domingo, 1 de junio de 2008

Entrevista de Richard Chávez a Luis Vásquez Coronel, sobre su libro: "Cerro Pilán : Una Carretera de Ovnis"











Ovni partiendo del Cerro "Vicús", en mi quinto viaje
( Lyndsay Allman)

1. Tienes publicado un poemario en España, “Orgasmina”. ¿A qué se debe tal giro, de poesía a narrativa? y ¿Por qué el tema ovni?
Luis Vásquez: Siempre me fue dificultoso escribir algo extensivo, aunque en un primer momento pensé en escribir novelas, pues en la niñez fui deslumbrado por “El Príncipe y el Mendigo” de Mark Twain, “Ivanhoe” de Walter Scott y en la adolescencia hechizado por “Salambó” de Flaubert, en un desfile imparable que luego incluirían al “Jardín del Edén” de Hemingway, “El sonido y la Furia” de William Faulkner, y sobretodo por ese ejemplo e influencia muy cercano a nosotros: Mario Vargas Llosa, quien apareció en la escena nacional, en las elecciones presidenciales del año 90, para muchos de nosotros por primera vez . Pero a pesar de toda esa motivación, nunca pude llenar más de una página. Por lo que intenté la forma poética, la condensada, para plasmar mis demonios, esperanzas y desconsuelos. Así es como nació “Orgasmina” que fue publicada hace un par de años por una editorial de las Islas Canarias y que actualmente es vendida, por Internet, en páginas de Francia y Alemania.Hace casi un año, en Junio del 2007 aproximadamente, vi en un programa de televisión de cable, conducido por el periodista Chema Salcedo, “Fulanos y Menganos”, a un ex – piloto de la Fuerza Aérea del Perú y a un abogado, el Dr. Anthony Choy, éste último ex – miembro de una oficina llamada “Oficina de Investigación de Fenómenos Aéroanómalos” de la FAP y encargada de estudiar incidentes relacionados a los ovnis, hablar sobre sus experiencias con objetos voladores no identificados y sobretodo hacer hincapié sobre un hecho sucedido en Piura llamado “ El Incidente Chulucanas”. El Doctor Choy no sólo habló de sus investigaciones en la zona, sino que exhibió prueba videográfica. Me despertó mucha curiosidad, pues no sólo estaba geográficamente cerca del lugar aludido, sino que el hecho que un ex – piloto de la FAP y que un abogado salieran a declarar que la misma FAP había creado una oficina para estudiar el fenómeno no era algo común. Siempre que en la televisión o en la prensa se daba a conocer sobre esto, era porque un ciudadano común y corriente como nosotros era un testigo casual y era casual también que tuviera una cámara fotográfica o videocámara a la mano para grabar el avistamiento; pero que dos personas que habían pertenecido a esferas del gobierno salieran a declarar públicamente de la existencia de ovnis, era novísimo e inquietante para mí. Es así que me decidí a ir a la zona para investigar por mi cuenta, a la fecha ya he ido 17 veces y los resultados son sorprendentes, el fenómeno no sólo es cierto sino que es constante.Puedo afirmar, entonces, que junto con el tema, hallé la forma novelesca. Y para responder a tu pregunta, porqué el giro, podría decirte que la realidad paralela que descubrí en Chulucanas fue tan apremiante y develadora que no habría podido ser plasmada de otra forma. La novela es el género universal. Ha servido en el pasado a otros escritores para dar vida a sus interrogantes y a sus limitaciones por responderlas, a la búsqueda del conocimiento y a los desencuentros que ha ofrecido la ignorancia. Y ¿por qué el tema “ovni”? Porque después de estos 17 viajes, considero que el fenómeno, a pesar de ser un tema venido a menos por el manoseo mediático que, por décadas, lo ha alimentado con sensacionalismo, es un tema que debe ser considerado en la agenda del conocimiento.El tema no debe sufrir descrédito, por tratarse de ovnis, pues a mis colegas “puristas” o “respingones” les hago recordar que un gran escritor, el británico H. G Wells, escribió esa inquietante novela “La Guerra de los Mundos”, sobre el mismo tema. Quien crea que en literatura el tema incide absolutamente en el producto final, y que tratar grandes temas lo salva de una escritura sugestiva y de buen artificio, simplemente adolece de talento o sufre de flojera.

2. Muchos escépticos dirían que el título encaja perfectamente con la de una novela ficticia. ¿”Cerro Pilán: Una Carretera de Ovnis” es novela ficticia o no ficticia?
Luis Vásquez: Bueno, aquí habría que hacer un deslinde, las novelas en sí son ficticias, no hay novela que sea “no ficticia”, porque la realidad que ofrecen está lograda a base de palabras, de imágenes literarias, de armonía y hasta de ritmo. Y desde allí, ya no son iguales a la realidad que nosotros vivimos. El escritor, de cierta forma, además, está limitado por el idioma en que escribe la novela o el poema; pues lo más probable es que no todo lo que imagine o estilice en su mente encuentre la palabra exacta en el diccionario para ser corporizado con exactitud. Por lo que la realidad en la novela no sólo sufre de aumento, al maquillar o embellecer lo que en la vida diaria es rutinario y pueril, sino también sufre de recorte, por lo que acabo de explicar.Lo que quizá me has querido preguntar es sobre el tema, y si es inventado o no es inventado. Todo lo que cuento en mi novela, mediante mi “alter ego” Eduardo Peralta, no es inventado, todo eso ha sucedido: los avistamientos y las experiencias traumáticas; y lo que es contado por los otros personajes, son testimonios de lo que le ha sucedido a personas que han tenido alguna experiencia relacionada o han sido testigos del fenómeno.En el caso de “La Guerra de los Mundos”, H.G.Wells usó un tema ficticio, por ejemplo, imaginó la tierra siendo invadido por los marcianos, en naves espaciales aniquiladoras.
3. ¿Crees que el tema ovni, para la gente que no ha sido testigo o que nunca se ha introducido en el tema, cause miedo, inseguridad e inverosimilitud? Quizá esas sean una de las tres causas de por qué hay poca gente que llega adentrarse en ello.
Luis Vásquez: Entiendo que quien nunca haya visto, no crea. Creer en lo que uno no ve sería cuestión de fe y el tema “ovni” simplemente es o no es. Pero lo que no se puede permitir es que los científicos o investigadores “de escritorio” libremente sustenten sus teorías sin ir al campo de estudio. Yo tampoco creía, pero desde que fui a Chulucanas, y empecé a pernoctar en sus cerros fui convenciéndome de la existencia del fenómeno. Mira, que estamos,creo, ante un único lugar en el mundo en que ese fenómeno puede ser objeto de estudio, me refiero a un estudio directo, “in situ”. No es la evidencia borrosa o falsedad de la foto o el vídeo inesperados de antaño. Es la posibilidad de ir y experimentar el fenómeno y sobretodo de estudiarlo. No puede permitirse que alguien estando tan cerca y sin siquiera haberse movido de la comodidad de su academicismo diga que no existe, eso sería equivalente a la desidia y que irremediablemente conduce a la ignorancia más obtusa y pedante.En cuanto al miedo, es algo que yo no he dejado de sentir ante el fenómeno, y no me refiero a la visión de las luces o de las formas metálicas que he podido observar y que pueden causar hasta emoción, sino a otro tipo de experiencia más cercana que los que vamos hemos podido experimentar, y que son voces que provienen de una esferas luminosas que son un fenómeno relacionado a las luces viajeras. Estas esferas luminosas, sobretodo unas de color turquesa, suben el mismo cerro, cuya cuesta esta plagada de árboles espinosos y de rocas, que nosotros tardamos en escalar como una hora y media, en menos de cinco minutos; cuadrándose a diez metros aproximadamente de nosotros. Hemos podido escuchar hasta en cinco oportunidades voces de mujeres, de hombres jóvenes y de hombres adultos, como si estuvieran enfrascados en un diálogo de vecinos que pasan por una acera o a veces también sonidos secos y sonoros como de ánimo o de arreo. Imagínate si uno no va a sentir miedo, me parece que es una reacción natural ante lo que es desconocido. Es más, es un instinto de preservación ante lo que es impredecible. Inseguridad, claro que sí, debemos soportar la experiencia en la cima del cerro, y a merced del fenómeno, hasta que amanezca.Sé que estarás preguntándote, a pesar del temor y lo raro de la experiencia, porque continúo yendo y porque hay personas que me han acompañado varias veces y hay otras tantas que quieren volver. Es la curiosidad por el conocimiento, inherente al ser humano, esa curiosidad que lo ha hecho superar la barrera de su limitación física. Todos los seres humanos estamos marcados por el ánimo de la trascendencia, es por eso que se ha llegado a la luna y se han trazado los mapas geográficos sobrevolando, en aeroplanos deficientes, los desiertos más abrasivos.
4. Lo primero que se me viene a la mente al leer una parte del título “una carretera de ovnis” es alguna carretera aérea por donde pasan objetos voladores no identificados. ¿Se refiere exactamente a eso? Si de ser así, cual crees que es el fin de una carretera así.
Luis Vásquez: Sí, es una carretera, si vale ese término para referirme a una vía aérea por donde viajan estos objetos voladores no identificados. Parece una locura, que haya una vía concurrida por ovnis. Y es hasta asombroso, si pensamos que el fenómeno ha resultado ser siempre casual y hasta aislado como ya lo he mencionado anteriormente. Nunca se había escuchado de una ruta fija que siguieran estos objetos y menos aún que sea una vía actual y de tráfico constante.Voy a contarte a manera de anécdota como me llegó la noticia y cómo, por ese entonces, me pareció algo muy fantástico. El fin de semana posterior al programa donde aparecieron el ex – piloto y el Dr. Anthony Choy dando detalles sobre sus experiencias e investigaciones sobre el fenómeno, un diario local publicó sobre interferencias en las señales de telefonía celular y ondas televisivas que los “ovnis” estaban provocando en un poblado de Chulucanas, “Palo Blanco”. Eso me sobreexcitó la curiosidad, y empecé a preguntar entre mis alumnos del Instituto quienes eran naturales de Chulucanas para que me pudieran dar más pistas. Entonces obtuve testimonios alucinantes, la mayoría de ellos no sólo había oido del fenómeno sino que tenían algún familiar o conocido que habían experimentado avistamientos en los alrededores del cerro “Pilán”. ¡En épocas distintas! Con lo que concluí que el fenómeno era constante, desde que muchas personas habían ido al lugar separadamente y habían logrado la experiencia.Después de 17 viajes, puedo asegurar que dicha carretera existe y que los ovnis viajan constantemente por ella. Los he visto confluir de muchas partes y siempre sobre los cerros que encierran a Chulucanas: “Vicús”, “Pilán”, “Horquetudo”, y en fin todos los demás cerros que principian la cordillera y que son el indicativo de la presencia del “Alto Piura”, como los cerros de la “Matanza”, “Frías”, etc. Cumplen una ruta, no son simples luces que aparecen y se esfuman, dejando la duda de lo que has visto. Por ejemplo: hay unas luces rojas y azules vivaces y concretas que aparecen a la lejanía, como viniendo de Lambayeque, y siguen su camino llegando a sobrevolar la cima del cerro “Pilán”, para perderse en la lejanía hacia el otro extremo, hasta donde pueda enfocarlos la vista.Ahora puedo afirmar que dichas luces u objetos voladores no identificados, los de Chulucanas, sobrevuelan también sobre Piura y he podido trazar una ruta con el testimonio de algunos testigos y que ha sido corroborada por mis investigaciones y mis propios avistamientos en la ciudad. Los ovnis parten de Chulucanas y viajan por los algarrobales que flanquean la carretera Chulucanas – Piura, llegan a la altura de “Tacalá” o la universidad “Alas Peruanas”, continúan a la altura del puente “Bolognesi” o la urbanización “Miraflores”, pasan a la altura de la parroquia “Santísimo Sacramento” o la urbanización “Los Cocos del Chipe” y se dirigen hacia un punto final, “Cerro Azul” en Paita, donde hay gente que ha pernoctado en su cima y ha podido tener la misma experiencia que yo he tenido en Chulucanas.A raíz de la publicación de la novela y de la entrevista que di al diario “Correo”, se me han acercado algunas personas a decirme que ellos han podido verlas, también, ya hace algún tiempo y en distintas partes de la ciudad e incluso una señora buenamoza, María, me ha prometido un vídeo, que filmó hace 3 años, de un objeto volador no identificado que estuvo estático sobre la “Unidad Vecinal”. Recuerdo que hasta un alumno me contó que hace como 15 años había sido testigo de un avistamiento en la “Urba”. Y debo decir que en “youtube” existe un vídeo en el cual una espacio noticioso de un canal local, “Hechos”, informa sobre un avistamiento en el año 1994. Con lo que podemos decir que el fenómeno es de larga data, más aún sí tenemos en cuenta algunas de las investigaciones del Doctor Anthony Choy.¿El fin de una carretera así? Es una gran pregunta para la que no tengo respuesta. Podría decir que, por Chulucanas, estos objetos salen; pues estando en la cima del cerro “Pilán” he visto como se funden en el cielo a una gran velocidad, como si quisieran atravesar las nubes y que también, quizá, por allí entran y luego se pierden por Paita. Incluso que provienen desde Lambayeque, pues me han contado que allá hay una caleta por donde también transcurren las mismas luces. Un lector de mi libro se me acercó y me dijo que lo mismo que describo yo, él lo ha visto en Chiclayo. Más no podría decirte.
5. Tengo entendido que organizas viajas hacia el “Cerro Pilán” ¿Es necesario tener algún tipo de perfil, o requisitos necesarios para ser parte del grupo con el que viajas?
Luis Vásquez: Pues ninguno, a excepción del deseo por el conocimiento y como te dije, anteriormente, creo que en eso nos igualamos todos los seres humanos. Si me haces la pregunta, refiriéndote a algunos grupos que se someten a una preparación previa, de concentración mental o alimenticia, puedo dar fe que la penúltima vez que subí el cerro “Horquetudo”, que es uno de los que conforma el conjunto de colinas que se remata con el cerro “Pilán”, comimos, previamente, unos tamalitos de chancho y tallarines con pavita en "Piura La Vieja", y hace como diez días, cuando escalé el cerro “Pilán”, hubo sardinas y pollito horneado para nuestra cena en la cima; en cuanto a la preparación mental, la mayoría de mis viajes los debía hacer después de trabajar ocho horas, escalábamos el cerro cerca de la medianoche y al otro día debía estar de pie, bien temprano, para dictar clases en el Instituto. Y la experiencia nunca nos ha sido esquiva. ¡Qué democrático!, ¿Verdad? No hay nada mejor que sentir esa libertad para ir y conocer más de lo que sabemos, no poniéndole trabas o cadenas a nuestro anhelo.A mí siempre me han parecido sospechosos esos grupos que predican una escala gradual que hay que ir consiguiendo de a pocos para lograr algo tan esencial y simple como el conocimiento, al estilo de las religiones donde sólo los iluminados o grandes sacerdotes pueden gozar de la contemplación de la verdad. ¡Imagínate!, retrocederíamos a la época de la Inquisición, adiós Renacimiento y Siglo de las Luces. No hay nada más justo, democrático y hermoso que la igualdad de todos ante el conocimiento, ante el alcance de la verdad.Richard, quiero que me permitas abundar un poco más esta respuesta. Quiero contar mi experiencia en la oficina de alguien que dirige un medio de comunicación muy importante, aquí en Piura. Tuve una pre-entrevista con alguien que dirige un medio de comunicación, luego de que un amigo de esta persona nos pusiera en contacto; el amigo de esta persona había visto la foto de un ovni partiendo del cerro “Vicús” que una colega, Lindsay Allman, logró en mi quinto viaje, y le pareció no sólo fascinante, sino también convincente; por lo que se sintió alentado a presentarnos para una posible aparición en el medio de comunicación que esta persona dirige. Quiero contar esto, porque para mí grafica de primer plano quienes nos dirigen y la forma en que es tratada la información en nuestro país. Para empezar, cuando le pedí permiso para abrir el archivo, de la foto que yo había guardado en mi buzón de correo electrónico, desde su computadora, y al intentar ampliarla para una mejor visión de las esferas de luz, esta persona se sobresaltó y casi levantándose de donde estaba sentada, con fuertes imprecaciones y advertencias, casi me amenazaba que no me atreva a desconfigurar su ordenador. Y con voz de milicia, con poco respeto, con el ceño fruncido y los ojos desencajados, gritaba: ¿Eso? ¿Eso? ¡Eso es una estrella!¡Imagínate, Richard!, una persona que dirige un medio de comunicación, con un conocimiento tan básico de computación, todo temerosa, y que sólo sabe como poner los dedos sobre el teclado y revisar sus buzones de correo electrónico. Es como maravillarnos ante el fuego y no saber aún cómo provocarlo.Pero eso no es todo, desestimó el fenómeno porque dijo que en alguna oportunidad, hubo una confusión, un supuesto avistamiento, con las luces del concierto de ¡esa señora!, ¡esa señora, una tal no sé cuantos!, y yo la miraba fijamente y esta persona demoraba las palabras, simulando recordar; hasta que tuve que decirle: ¡Dina Páucar!, y me respondió, ¡ah, sí, esa misma! ¡Imagínate, Richard, alguien que dirige un medio de comunicación y que se enorgullece por desconocer el nombre de una figura popular de su país! Algo preocupante si se suma que los medios de comunicación locales desconocen el uso del punto y coma.Ese es el tipo de medios que pasan por ser serios en la forma, pero que están gobernados por gente superficial y poco instruida, y no me refiero a los conocimientos que puedan ostentar, sino al trato que emplean hacia nosotros, nada menos que en la tarea de informar debidamente. No es casual entonces que al momento de vender su producto, no duden en publicar noticias tan febriles y sensacionalistas. A este tipo de medios, les debemos épocas enteras de ignorancia.
6. ¿Sigues con tus investigaciones y viajes hacia el Cerro Pilán?
Luis Vásquez: Sí, claro, no se debe dejar nada en el tintero, ¿estamos de acuerdo? . Pienso que nuestro próximo paso es perder el miedo y acercarnos a ese fenómeno de las esferas luminosas de donde provienen las voces.
7. ¿Qué viene después de “Cerro Pilán: Una Carretera de Ovnis”?
Luis Vásquez: Ya estoy escribiendo un segundo libro que titularé: “Cerro Pilán: Las Esferas Luminosas” y que, a diferencia del primer libro que trata del deslumbramiento ante el fenómeno y del tratamiento que le dan las Fuerzas Armadas, tratará del fenómeno relacionado al de las luces viajeras, y que son las esferas de donde provienen las voces, y la manera como ha afectado a algunos de los que las hemos experimentado, así como el papel de los medios de comunicación ante el fenómeno e incluso haré una sátira al Poder Judicial. Pues la novela es totalizadora, como lo diría Mario Vargas Llosa, y las distintas esferas del conocimiento y del quehacer humano no pueden estar divorciadas de este tema aún poco conocido, como es el de los ovnis, pues el papel protagónico en toda historia es la del ser humano y sus múltiples interrogantes.
8. Me enteré que escribes un libro de ensayos para la editorial española en donde publicaste tu poemario, ¿algo tiene que ver con el fenómeno ovni?
Luis Vásquez: No, no es para la misma editorial. Es otra, de mayor cobertura en España. Y no tiene que ver con el fenómeno “ovni”. Es un libro de ensayos literarios, y que trata sobre la lucha no acabada entre la mente humana y la mente divina. La idea de Dios y sus obligaciones y el deseo perpetuo por la satisfacción del ser humano, ambos enfrentados en algunas de las obras cumbres de la literatura.
Gracias, Luis, por concederme la entrevista y esperemos pues la segunda parte de “Cerro Pilán”. ¿Algunas palabras para cerrar la tertulia?
Luis Vásquez: Te agradezco a ti, Richard, sinceramente, pues es un privilegio para mí que me concedas un espacio en tu blog y dirigirme a tus lectores que me despiertan verdadera envidia. Que no te quede duda que tienes la más grande audiencia de esta ciudad.Mis palabras para cerrar esta tertulia son: Ármense de valor y ánimo y vayan en pos del conocimiento, siempre.
(Esta entrevista fue concedida a richardchavez.blogspot.com)

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